Amaya monta desde los 5 años. Le encantan los ponis porque hacen que se sienta feliz y, sobre todo, le gusta hablarles y escucharles: le dicen que están contestos y que también disfrutan de su compañía. El poni preferido de Amaya es el legendario Harry Potter, porque «es simpático, cómodo y muy bueno».
Empezó a competir con 6 años. En su primer concurso, a lomos de Campanilla, quedó en segunda posición. Disfruta especialmente con el salto y el galope.
Cuando sea mayor, quiere tener un caballo y montarlo en Can Caldés.