Tomás descubrió la hípica gracias a su madre, que había montado cuando era pequeña. Tras dejar el baloncesto, buscó un nuevo deporte que practicar y se decidió por la equitación. Ahora, es un apasionado del mundo del caballo.
Cuando monta siente responsabilidad por el caballo y por él mismo. Está encantado con su profesor Álex y le gusta seguir sus instrucciones en la pista.
El poni favorito de Tomás es Chispa.